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Sarah Glidden: "Creo que viajar puede ayudarnos a aprender más sobre otra gente con la que compartimos el planeta."

El arte del cómic ha ido evolucionando con los años y en las últimas décadas ha empezado a diversificarse tanto en géneros como estilos a una gran velocidad. Dos de los géneros que han ayudado más al cómic a ser aceptado por el público adulto posiblemente hayan sido el reportaje periodístico (como las obras de Joe Sacco) y las memorias autobiográficas (como las de Alison Bechdel), pero es la mezcla entre ambos la que parece haber conectado mejor con la mayoría de lectores. Prueba de ello son dos obras consideradas ya un clásico: MAUS de Art Spiegelman y PERSÉPOLIS de Marjane Satrapi.

Una de las obras más recientes que mezcla esos dos géneros es UNA JUDÍA AMERICANA PERDIDA EN ISRAEL de Sarah Glidden. Una obra donde la autora aprovecha un viaje a Israel para poner a prueba sus propias convicciones y conocer directamente el conflicto israelí-palestino.

Aprovechando su visita al pasado Salón del Cómic de Barcelona le hicimos esta interesante entrevista en la que nos habla de su obra, así como del proyecto que tiene ahora entere manos. Os recordamos que en CIMOC.COM podéis encontrar dos reportajes totalmente gratuitos que Sarah Glidden hizo durante su viaje para el próximo proyecto: ESTADO DE PALESTINA y SALA DE ESPERA.

 

¿Por qué elegiste hacer cómics autobiográficos?

Cuando decidí probar de hacer cómics, me pareció que una forma lógica de practicar sería intentar hacer un cómic cada día sobre algo que me hubiera ocurrido. Después de varios meses haciendo estos cómics para practicar, me vinieron las ganas de hacer proyectos más grandes. Seguir con las memorias me pareció lo más lógico. Me encanta leer ficción, pero escribirla es algo que aún no he intentado. ¡Puede que algún día! Pero por ahora, me gusta el mundo de la no-ficción y las memorias.

Viajaste a Israel con el programa Birhtright (Derecho de nacimiento). ¿Puedes explicarnos en qué consiste?

Birthright-Israel es una fundación que subvenciona viajes de diez días para jóvenes judíos (entre 17 y 27 años de edad) de todo el mundo. La gente que aporta los fondos es gente que está preocupada  porque los jóvenes judíos están perdiendo su conexión con Israel y no tienen interés en mantener un estilo de vida en el que el judaísmo tenga un papel importante. Así que esperan que ese viaje a Israel despierte ese interés en el judaísmo. Siempre vi Birthright-Israel como propaganda, así que quise ir para ver cómo enfocaban el conflicto israelí-palestino y entonces hacer un cómic con el resultado.

¿La gente de Birthright sabía que ibas a hacer un cómic del viaje?

Sí, fui muy transparente y les dije que haría un cómic desde el principio. No tenían ningún inconveniente y no intentaron censurarme.

¿Qué te impresionó más del viaje?

Hubo muchas cosas que me impresionaron… ¡tendrás que leer el libro para descubrirlas!

¿Crees que la paz será posible?

No soy una experta en el conflicto israelí-palestino, así que no puedo decir nada que tenga más autoridad que cualquier otra persona normal y corriente. Pero todo es posible. Por supuesto, espero que pueda haber una solución pacífica en el futuro cercano.

¿Recomendarías a otros este viaje?

Nunca le diría a nadie que no debería viajar cuando tuviera la oportunidad… Creo que viajar puede ayudarnos a aprender más sobre otra gente con la que compartimos el planeta. Pero sí que le diría a cualquiera que decidiera ir en un viaje de Birthright-Israel que aprovechara para quedarse en la región más días de los diez subvencionados (se puede cambiar el billete de vuelta sin ningún recargo). Estarás solo, sin el grupo y los guías, y podrás ver el país, y los países y territorios aledaños sin el filtro de Birthright-Israel, el cual, obviamente, te dará una perspectiva limitada. También recomendaría visitar Cisjordania, por donde viajar es realmente muy seguro.

En el libro, te encuentras con varios judíos americanos que han hecho la Aliyá, instalándose definitivamente en Israel. ¿Estuviste tentada de hacerlo tú también?

No. No querría ser ciudadana de Israel. En cambio, sí me he planteado hacerme ciudadana de Canadá.

¿Cómo fue volver con Jamil, tu pareja?

¡Lo siento, pero eso es demasiado personal! No suelo responder a preguntas sobre mi vida personal.

¿Cómo encontraste editor?

¡De hecho tuve mucha suerte y mi editor me encontró a mí! Empecé a publicar el libro yo misma como minicómics (creo que en Europa los llamaríais “fanzines”) y me puse a vender los dos primeros capítulos en una feria de Nueva York. Un editor de Vertigo estaba buscando nuevos talentos en la feria y se encontró con mis cómics, que eran unas simples impresiones en blanco y negro grapadas. Vi que llevaba una identificación que ponía DC Comics y pensé que no le interesarían. Creía que DC Comics solo publicaba superhéroes, así que cuando los compró y se fue, no pensé más en ello. Dos días después me mandó un e-mail y me dijo que Vertigo (un sello de DC) estaba interesado en publicar la obra completa. ¡Me quedé muy sorprendida! Ese es el tipo de cosas que uno nunca espera que le pasen a él, como en un cuento.

¿Por qué más tarde fuiste a Irak?

Para mi siguiente obra viajé con unos amigos periodistas a Turquía, el norte de Irak, el Líbano y Siria, con la intención de documentar su forma de trabajar y hacer un libro sobre cómo trabajan los periodistas. Siempre me ha interesado saber cómo se hace un reportaje, así que me dejaron que les acompañara y que, básicamente, hiciera un reportaje sobre sus reportajes. Su objetivo para este viaje era investigar las consecuencias de la guerra liderada por los EE UU en Irak y cómo había afectado a la población, tanto a los iraquíes que se habían quedado como a los que se fueron a Siria como refugiados.

¿Cuáles son tus próximos proyectos?

Aparte del libro mencionado, tengo pensado hacer algunos cómics cortos.

 

Entrevista realizada por Marisol Hernández.

 

 

19 de junio de 2012