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El espíritu de Orwell se opone a la violencia en ‘El castillo de los animales’

Los franceses Xavier Dorison y Félix Delep se inspiran en el clásico Rebelión en la granja una de las novelas gráficas más aclamadas de las últimas décadas

“Todos los animales son iguales, pero algunos animales son más iguales que otros”. La célebre ironía sobre el comunismo que George Orwell plasmó en uno de sus títulos más conocidos, Rebelión en la granja, sigue teniendo lecturas vigentes en nuestros días, y su monumental fábula continúa dando lecciones en el presente. De hecho, ha inspirado otras obras en múltiples campos, sin excluir el cómic. Pero pocos proyectos en este sentido han alcanzado la altura de El castillo de los animales, la serie franco-belga escrita por Xavier Dorison y dibujada por Félix Delep que ahora ve la luz en edición integral de la mano de NORMA Editorial.

“Orwell lo vio, pero no lo vio todo”, afirma Dorison, conocido por su trabajo en otras obras maestras como Undertaker o Long John Silver, quien ha querido ambientar su acción en algún lugar de la Francia de entreguerras, en una granja convertida en castillo y perdida en lo profundo del bosque. Abandonada por el hombre, ahora la empresa está dirigida por animales. Pero, lejos de ser tan libres como habían imaginado, los animales trabajan incansablemente día y noche bajo el mando del autoproclamado presidente, Silvio, un toro enorme, asistido por su milicia de perros, que no tiene reparos en infundir miedo para mantener a los animales bajo su control.

En este clima opresivo y amenazador, la gata Miss Bengalore intenta como puede criar y proteger a sus dos gatitos, mientras lucha por mantener la cabeza alta. Hasta el día en que aparece en escena Azélar Vieux-gris, una rata callejera dotada de un don de sabiduría. Su generosidad inspira esperanza a la señorita B, que, junto con un encantador conejo llamado César, construye poco a poco un movimiento de resistencia contra Silvio. Pero ésta tiene un punto de honor: rebelarse sin violencia, mediante la desobediencia.

“Esta página no bastaría para desgranar esta triste lista. Orwell conocía las dictaduras: las vio, las combatió y las entendió. El retrato que hizo de ellas fue y es asombrosamente real”, explica el guionista de El castillo de los animales. “Pero el siglo XX no es solo la historia de una serie de fracasos de las aspiraciones a la libertad y la justicia. En la India, un hombrecillo enclenque, ‘un faquir medio desnudo’, como lo llamaba Churchill, consiguió lo imposible: hacer claudicar a uno de los mayores imperios de su época. En Estados Unidos, un pastor negro dio su vida por reivindicar la igualdad entre los blancos y la gente de color. En Sudáfrica, un preso político logró, con su ejemplo, la reconciliación ‘imposible’ entre negros y afrikáners y evitó un baño de sangre que se consideraba inevitable. En Polonia, un simple electricista plantó cara al poder. En Serbia, los jóvenes rockeros de Otpor liberaron a su país de un dictador sanguinario...”

Publicada originariamente por Casterman con cuatro volúmenes, El castillo de los animales quiere así rendir homenaje a “todos aquellos que nos mostraron que existía un camino —estrecho, peligroso, incierto, pero muy real— hacia un mundo mejor”, comenta Dorison. “Son hombres diferentes, países diferentes y situaciones diferentes, claro está, pero habría que estar ciego para no ver lo que tienen en común: ninguna de estas victorias se obtuvo por las armas ni a través de llamadas al odio, a la rabia o a la venganza. Estos héroes estaban dispuestos a morir por su causa, no a matar”.

Sin duda uno de los cómics de 2023. Una obra para disfrutar largo y tendido tanto de su guion como de su espectacular dibujo... ¡Feliz lectura!

11 de diciembre de 2023