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Elliot. Ahora est%u00e1 preparando un reportaje sobre los misteriosos asesinatos que se vienen produciendo desde hace tiempo en la comunidad en la que ambos residen, Hollow Hill; unos cr%u00edmenes que apenas tienen repercusi%u00f3n y que parece que nadie est%u00e1 investigando. Pero la noche toma un giro extra%u00f1o cuando Egon ense%u00f1a unos colmillos largos y puntiagudos, y revela una naturaleza m%u00e1s terrible de lo que por su inofensiva apariencia cab%u00eda esperar. Y es que, aparte de escribir novelas de terror, Egon ha tenido una relaci%u00f3n amorosa muy t%u00f3xica con Liz, una mujer fascinante que pertenece a una familia de vampiros. Sin darse cuenta, Egon se sumerge en una espiral de amor, traici%u00f3n, sexo y sangre que coincide, adem%u00e1s, con la escritura de su nuevo libro, cuyo punto y final tendr%u00eda que ser una liberaci%u00f3n para %u00e9l, pero que est%u00e1 tardando m%u00e1s en llegar de lo que se supon%u00eda. El resultado es una reflexi%u00f3n intensa y l%u00edrica sobre los procesos creativos, las relaciones t%u00f3xicas, el afecto y la necesidad de dejar atr%u00e1s las relaciones cuando estas nos hacen da%u00f1o. La forma en que Fran Mariscal moldea estos materiales convierte Moribundo en una de nuestras mejores apuestas de producci%u00f3n propia para este a%u00f1o, y, desde luego, convierten a Fran Mariscal en una de esas j%u00f3venes promesas que de vez en cuando saltan al ruedo del c%u00f3mic para insuflar sangre nueva en la historieta espa%u00f1ola. O para extraerla, en este caso.PRODUCCI%u00d3N PROPIA %u2022 OTO%u00d1O 2025 P%u00c1G. 164 //