Page 11 - El rey del bosque

—¡Otro agujero! —exclamó sosteniendo el periódico

y señalando la portada con un dedo pegajoso—. ¡Ja!

¿Qué me dices de esto, hijo? Es un misterio. ¡Puede
que sean los EXTRATERRESTRES! —dijo, y dio otro

enorme mordisco a su tostada, lo que provocó que

una lluvia de migas cayera sobre su barriga.
—¡SIEMPRE crees que son los extraterrestres, cari-

ño! —dijo la señora Pole poniendo los ojos en blanco

mientras le limpiaba suavemente las migas de la cha-
queta de punto con un paño.

—Bueno, sea lo que sea, la gente está empezando a

preocuparse —dijo el señor Pole—. ¡El alcalde se verá
obligado a dimitir si no lo soluciona pronto!

—¡Pfff! Se lo tiene bien merecido —dijo la señora

Pole mientras limpiaba la leche de la cara de Ben—.
¡Ese alcalde Grabbe es un sinvergüenza! No me extra-

ña que su hijo Monty

sea un abusón. Es un
auténtico horror, ¿ver-

dad, Ben, mi amor?

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