Page 12 - EL LARGO Y TORTUOSO CAMINO

Lo siguiente que recuerdo fue
que mi madre y una pescadera ¡¿Pero
que tenía la tienda al lado me adónde va
con esta
llevaban cada una del brazo. ¡Taxi! desgracia?!
¡Llévelo a un
hospital!
¡Ay,
Dios!
¡Ay,
Dios!

¡Qué
peste!

Mi madre, rota por
los nervios, me llevó a
No sentía dolor, una farmacia en el paseo
pero sí el fuerte de San Gervasio, la
olor a pescado. primera que encontró.

Luego, aturdida, me llevó a la
mutua general de seguros, en la calle
Balmes con la Gran Vía. En la parte
Papá,
de abajo había un dispensario. perdona...
He roto un
Cuando mi padre cristal.
me vio, sangrando
por todas partes,
casi se desmayó.

Pero yo solo pensaba
en que había roto un
cristal y habría que
pagarlo.

Me llevaron por fin al hospital
clínico. Había perdido mucha sangre ¿Quién
y estaba muy débil. El dolor era de los dos
tan intenso, por los cortes en todo estará
El
el cuerpo, que seguía sin sentirlo. peor? primero
que se
lleven.

Allí me pusieron en
una sala junto a otro Se lo llevaron
chico herido. Se había a él primero y
clavado una navaja en me quedé solo.
el estómago jugando.

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