NORMA Editorial publica en España la nueva obra de Swann Meralli y PF Radice, las memorias en viñetas de un personaje histórico inmortalizado por la cultura popular
La vida y fechorías de Alphonse Gabriel Capone, universalmente conocido como Al Capone, ha dado pie a innumerables libros y novelas, al tiempo que ha inspirado infinidad de personajes de ficción. Al mafioso por antonomasia solo le faltaba un cómic a la altura de su leyenda, y eso es lo que han hecho precisamente los franceses Swann Meralli y PF Radice en Al Capone, la novela gráfica que llega ahora a España de la mano de NORMA Editorial.
La acción arranca en 1838, cuando un Capone preso en su celda de la inexpugnable cárcel de Alcatraz le cuenta sus andanzas a su madre. Es decir, cómo Alphonse, un niño nacido en el seno de una familia numerosa y recriado en las calles de Brooklyn, como tantos otros hijos de la inmigración italiana, llegó a convertirse en el temido Scarface. Al tiempo que la mujer oye esta historia, el lector irá adentrándose en la compleja personalidad de un personaje inmortalizado por la cultura popular, pero tan real como los hechos que protagonizó.
Así, la temprana necesidad de valerse por sí mismo llevó al joven Capone a emprender un imparable ascenso en la emergente mafia neoyorkina desde la base del Five Points Gang. Fue Chicago, no obstante, donde logró descollar como contrabandista y cofundador del Outfit (Sindicato del crimen) en plenos años 20 marcados por la Ley Seca, y en los que irónicamente se presentaba con su tarjeta de vendedor de antigüedades.
Con un dibujo aparentemente sencillo, tan sugerente como efectivo, Meralli y Radice desvelan curiosidades como el origen de la cicatriz que le dio su apodo al personaje, sus métodos delictivos y la compra de voluntades a la corrupta policía de la época o su completa falta de piedad hacia los enemigos, como se puso de manifiesto en la conocida matanza de San Valentín. Y cómo no, el lector asistirá también a su caída en manos de otro personaje famoso por el cine, Eliot Ness, que logró meterle entre rejas por evasión de impuestos. En prisión llegaría, con la ayuda de la sífilis, su final: moría el hombre y nacía el mito, amplificado con el tiempo por la maquinaria implacable de Hollywood.
Conocidos en España por su obra La pastelería en cómic, Meralli y Radice han querido ir un paso más allá y no limitarse a desgranar una biografía, sino que también reflexionan sobre la terrible subjetividad, cuando no el descarado interés manipulador, de un relato como el de Al Capone. Porque el personaje, que tanta sangre ajena derramó, se considera a sí mismo un benefactor, una suerte de Robin Hood contemporáneo que se movió como pudo en un sistema podrido desde sus cimientos.
Todo ello está narrado con un ritmo ágil y sostenido, con una libertad expresiva que no renuncia a los detalles (la gigantesca villa de Al Capone, recientemente puesta a la venta, está perfectamente reproducida) y una frescura, en definitiva, que permite descubrir a un Capone que acaso nunca habíamos visto antes.
30 de noviembre de 2023